25 septiembre 2011

Cartografía emocional


Da paso a lo intuitivo, lo que sientes,
has venido para ser. ¿Quién decidirá tus gustos?
¿Quién tu necesidad?
Más allá de conceptos, leyes, credos,
más allá de ti mismo,
tu verdad permanece inalterable
madre de tu inquietud. Encima,
debajo y a tu alrededor,
todo existe espontáneo, en toda su grandeza,
existe tú también;
míralo todo tal cual es, lo efímero,
lo que llega y se va, y cuya imagen
siendo ilusoria y pasajera es vida, y es todo lo que hay.

Rolando Campíns, Isla

Construir una cartografía emocional es crear un mapa diferente de la ciudad, más democratico, participativo, horizontal y abierto. Pero también hay que estár dispuesto a tolerar la ambiguedad, huir de certezas metidas con calzador y jugar a ver las cosas con la intensidad y grandeza de la primera vez. Decía un cuento que se juntó un grupo de sabios para estudiar un mango y tras muchos meses de trabajo redactaron un minucioso tratado, pero luego llegó otro, que no parecia tan sabio, y se comió el mango: ¡seguro que si se hubiera comido el tratado le hubiera sabido a poco!

Este mapa diferente tiene que ver con lo que la ciudad tiene y con lo que da, con lo que quiere y con lo que siente. Con su capacidad de sorprender,  de fijar momentos y lugares valiosos a su gente. Tiene que ver en cómo entre lo que tiene y lo que quiere cabe lo imprevisible, nuestra creatividad. Y entre lo que quiere y lo que da, cabe nuestra participación. 

Esta co-creación de la ciudad no suele aparecer representada en los mapas oficiales, pero una vez empezamos a construir estos mapas diferentes podemos realizar nuevos recorridos AUTÓNOMOS por nuestra ciudad.

Fernando Maseda

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